OBRA EN CONSTRUCCIÓN

OBRA EN CONSTRUCCIÓN
Una mirada honesta al ayer por un mañana superador

sábado, 25 de septiembre de 2010

Una semablanza de la historia argentina. Introducción a modo de declaración de principios.

Historiadores humildes para una Historia sabia. Este principio que es también aplicable al cronista y al periodista para la información cotidiana y reciente, fue formulado por el primer historiador, cronista y periodista de occidente: Herodoto de Halicarnaso. "El padre de la Historia" no esperó que la historia viniese a él sino que fue en su búsqueda emprendiendo los más largos y fatigosos viajes que se puedan suponer para el siglo V a. C. . Sus pesquisas consistían en articular lo que había visto con lo que le contaron, todo esto cotejado con los restos arqueológicos que analizaba metódicamente. A esta laboriosa humildad le podemos agregar: "Mi deber es informar de todo lo que se dice, pero no estoy obligado a creerlo todo igualmente" (Herodoto, lib, . 7, 152). Honestidad intelectual. Es  aquí donde aparece el segundo principio.
Historiadores honestos para una Historia edificante. La objetividad de la Historia es un tema largamente discutido. Para expresar mi opinión al respecto recurriré a la poesía: "En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". No creo, no puedo ni quiero despojarme del "cristal" que fue puliendo mi experiencia sobre la sensibilidad y la coetaneidad que me fueron dadas. No pretendo la objetividad. Me conformo con la honestidad intelectual de informar al interlocutor los pormenores del susodicho cristal, para que él sepa desde dónde proviene el relato y pueda construir el propio. Pues bien: la semblanza que compartiré a partir de hoy proviene de la construcción historiográfica denominada "campo nacional y popular". Y ojo con lo de "nacional", no con "Z", es más: casi con "S", en algún otro momento referiré mi rotunda crítica al nacionalismo, en tanto fenómeno histórico. Adhiero a dicho sector de la historiografía que cualifica e interpreta la alternativa, para Latinoamérica y la Argentina, de un desarrollo independiente, soberano e inclusivo; absolutamente vinculado con el mundo, pero maximizando la simetría: sin vasallaje y mucho menos servilismo.
Por lo demás, la urgencia con profundidad. Es semblanza porque no haré un estudió pormenorizado de la historia argentina, sino más bien un ensayo didáctico que situará a los actores sociales y políticos en el devenir dialéctico del tiempo histórico. De esa manera llegar al fin último de la Historia: comprender el fenómeno actualizándolo desde su origen. El profesor hizo la experiencia con sus alumnos: en el aula completamente oscura encendió una linterna, apuntada desde el fondo de la sala hacia el pizarrón. Entonces preguntó dónde se encontraba la luz. Unos respondieron en la linterna emisora, otros en el pizarrón receptor. El profesor finalizó su lección diciéndoles que la luz estaba en todo el trayecto, desde el origen (la linterna) a la actualidad (el pizarrón) indisolublemente conectados por el haz luminoso que recorría el aula. "Es imposible cortar una flor sin que titile una estrella", dijo otro poeta. Así como existe una relación cósmica para todos los seres vivos, la humanidad también posee una dimensión temporal histórica, a la que deberá atender si pretende conocer pasado, para explicar el presente y proyectar hacia adelante, construyendo el tiempo desde una perspectiva crítica, decente y siempre actuante.

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